El dispositivo "Camino" como experiencia grupal y práctica clínica situada

Este texto está dirigido a profesionales de la salud mental interesadas en explorar prácticas de acompañamiento alternativas al consultorio tradicional, sostenidas desde una mirada ética, psicoanalítica y comunitaria.

El dispositivo "Camino", surgido desde la práctica clínica en el territorio del oeste de Montevideo, se apoya en una concepción de la salud mental como experiencia relacional y en movimiento. No hay intervención sin lazo, y no hay lazo sin cuerpo.

Rol de la psicóloga: entre la presencia y la coordinación

La psicóloga en este dispositivo no es sólo quien camina: es quien crea las condiciones para que ese encuentro pueda tener lugar sin ser capturado por la lógica del consejo, la aceleración o la productividad. Es quien sostiene el encuadre, cuida el ritmo, y acompaña desde una escucha formada. Su rol es clínico, sí, pero también organizador del espacio simbólico donde se inscribe esa caminata como experiencia de cuidado.

Desde esta perspectiva, el/la profesional se ubica más cerca de una coordinadora de espacio grupal móvil, que de una facilitadora de bienestar. Incluso en las caminatas individuales, hay un grupo que late: el barrio, el territorio, la red de sentidos en la que esa persona está inscripta.

Dinámicas del grupo: lo grupal como campo implícito

Aunque se realicen en pareja, las caminatas están atravesadas por lo grupal. El entorno, el ritmo, los silencios compartidos, la co-construcción de sentidos, funcionan como elementos que remiten a una escena grupal ampliada. Aquí, la dinámica no está dada por la interacción entre muchos, sino por la activación de los registros que componen todo lazo: transferencia, identificación, resonancia y repetición.

Acompañar caminando es entrar en una escena compartida donde lo terapéutico se construye al andar, sin forzar, sin exigir. La cura, si aparece, es por el efecto de ese estar-con.

Para otras colegas

Este texto no busca ser receta, sino espejo. Si alguna parte de este dispositivo resuena con tu práctica, podés adaptarla, transformarla o pensarla desde tu realidad. Lo importante es no perder de vista el encuadre, la ética y el deseo que nos sostiene como profesionales.

La caminata puede ser una herramienta. Pero sobre todo, es una invitación a acompañar desde otro lugar.

Epílogo clínico: cuando el tiempo también es escucha

En territorios como el oeste de Montevideo, muchas personas llegan a consulta buscando respuestas rápidas. Algunas prefieren el enfoque directo, frontal, sin vueltas. Como una cachetada que despabila.

Pero desde mi práctica clínica he aprendido que eso no siempre ayuda.
A veces, lo que parece despertar, en realidad congela.
Lo que parece intervenir, invade.

La verdadera escucha implica saber esperar.
No introducir "a prepo" lo que el otro todavía no puede alojar.
Acompañar sin forzar. Estar ahí cuando las palabras todavía no encuentran su forma.

Porque el cuidado amoroso y respetuoso de los tiempos del otro… sigue siendo, para mí, un acto clínico y político.

Lic. Valeria Díaz – Psicóloga
Psicoterapia | Caminatas terapéuticas | Reflexión y vínculo

📍 Montevideo Oeste | Atención también en modalidad online
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"Caminar es también una forma de pensar."
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